Aduana de Orduña

Edificio neoclásico que encontramos en la parte oeste de la Plaza de Los Fueros. De planta rectangular con patio interior, circulación cruzada y tres alturas que construyó entre 1787 y 1792 el arquitecto guipuzcoano Manuel de Carrera bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV.

En Orduña se sacaban cada año de 6 a 7 millones de reales libres para el Rey, pero no había un lugar donde echar una firma. La Aduana fue edificada para controlar los ingresos de mercaderes y mercancías entre el puerto de Bilbao y Castilla mediante la realización de labores fiscales.

Tras la desaparición de las aduanas interiores ha sido destinado a múltiples fines: cuartel, escuela... y es de destacar su actual reconversión y rehabilitación en hotel-balneario.

Este hotel cuenta con 39 habitaciones. Su restaurante ofrece comida de primera calidad, basándose en antiguas recetas con un toque de imaginación. El balneario posee aguas mineromedicinales del manantial de la Muera de Arbieto.